El "lebensraum" o espacio vital, fue una expresión acuñada por el geógrafo alemán Friedrich Ratzel, estableciendo relaciones entre población y espacio. Adolf Hitler la adoptó a su ideario en su libro "Mein Kampf" (Mi lucha), declarando: «los alemanes tienen el derecho moral de adquirir territorios ajenos gracias a los cuales se espera atender al crecimiento de la población». De esta manera justificaba la invasión de Austria o Polonia.
La Iglesia Católica pasa por una época de decadencia en la que poco a poco ve como está perdiendo la importancia de antaño, ya sea política, social e incluso económica. Por ello luchara como gato panza arriba ante cualquier pérdida del más mínimo espacio. La prueba última de ello la podemos ver en la aprobación de la moción en el Parlamento en la que se insta al Gobierno a retirar los crucifijo de todos los Colegios ( eso es lo que dice la moción) aunque entiendo que al final se quedara en los Colegios Públicos, aunque se debería estudiar el tema de los Colegios sustentados en parte con fondos públicos. Ante esta expresión del Estado Aconfesional en el que vivimos, y apoyada por un sentencia del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, la Iglesia no tiene más que decir que estamos ante una imposición, no ante el respeto de la libertad religiosa de todos y de la aconfesionalidad del Estado, sino ante una imposición. Quizás Rouco desconozca el significado de la palabra imposición, o aún mejor creo que en su iluminada cabeza, existe un cable suelto que la hace decir imposición en vez de libertad.
Señor Rouco, esta iniciativa busca el respeto de todos entre todos. Busca que se cumpla la aconfesionalidad total del Estado. Busca que los creyentes de otras religiones que acudan a la escuela pública no se encuentren un crucifijo presidiendo el aula, bastante es que la presida el rey. Y Buscan que el espacio de uso público, sea público y sin rasgos religiosos.
El crucifijo es un simbolo que representa una religión, unos ideales y un pasado. El presente se llama Estado aconfesional, tal y como marca nuestra norma de convivencia. La retirada del crucifijo no es una cruzada contra la Iglesia, y no lleva aparejada eliminar la Navidad o las Cabalgatas de Reyes Magos como dice la Señora de Cospedal.
Rouco teme perder el espacio vital que ocupaba la Iglesia antaño con estas afirmaciones, es él el impositor y no el Estado, recuerdelo.
