martes, 4 de mayo de 2010

La valentía y el oportunismo.

El enemigo muchas veces duerme en casa, se levanta contigo, come contigo y piensa como tú. Quizás no te hayas dado cuenta, pero esta a tu derecha o tu izquierda, según se mire. Va a los mismos sitios que tu, departe con iguales congeneres y se enerva como tu. Pero un día tu enemigo le hace el juego a tus verdaderos enemigos, en ese momento despiertas y te enfrentas a él. Pero el es más grande y fuerte que tu y veloz, y encima siempre está de buen humor, sobre todo con tus enemigos.

Tomás Gomez, ese desconocido Secretario General de los Socialistas Madrileños y posible candidato a la Comunidad de Madrid, no puede más y se ha rebelado contra Pepe Blanco (el 2º de abordo del PSOE) , quizás no haya medido sus palabras ni contra quien se ha enfrentado, pero ha demostrado tenerlos bien puestos como pocos, quizás sea un practicamente desconocido político madrileño, pero ha demostrado una valentía inusitada en el mundo de la política. Y es que a veces hay que pegar un puñetazo en la mesa, aunque no se sepan las consecuencias a las que se va a llevar.

El PP sigue abonado a la política del ventilador, su última cortina de humo ante el Caso Gürtel ha sido elaborar un mapa de la corrupción en Andalucía con los cargos socialistas imputados, condenados e investigados. Un periodista pregunta, "y sus cargos", el político responde, "no vamos a tirarnos piedras a nuestro propio tejado". Lo que los partidos políticos tienen que hacer es actuar con contundencia con el tema corrupción y no decir "y tu más". Así sólo se intenta escurrir el bulto y no actuar. Si según Espe "la corrupción es consustancial a las instituciones", las formas de control deben ser lo más exahutivas posibles o los ciudadanos dejaremos de confiar en las mismas.

Meditación de media mañana, ¿qué interes mueve al PP para que haya recurrido la decisión del juez Pedreira en relación a la petición de los nombres de diferentes cargos de la Generalitat? Sobran las palabras.

Ojalá para hoy: que la reunión de mañana en Moncloa no sea una escenificación de la situación de crispación política, sino sinónimo de entendimiento.

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